De acuerdo con la Global Marine Trends 2030, un informe elaborado conjuntamente por investigadores de Lloyd Register, QinetiQ y la Universidad de Strathclyde, se analizó al detalle el transporte comercial, el sector naval y la energía en alta mar, estimando que el crecimiento volverá en las próximas dos décadas generándose una amplia gama de oportunidades en estas tres áreas.
Mediante una planificada metodología de posibles escenarios, el informe ofreció tres grandes visiones de cómo puede desarrollarse el futuro, examinando la forma en que cada uno puede, a su vez, influir en la forma que tomará la industria marítima a finales del primer tercio del siglo. Predecir el futuro es, por supuesto, muy difícil, pero incluso en el más negativo de los escenarios previstos, el crecimiento marítimo es fuerte según los expertos del sector. Como resultado, podría incrementarse el comercio marítimo de las actuales 9 mil millones de toneladas a más de 24 mil millones, consiguiendo China hacerse con una cuarta parte de la flota mercante mundial.
La Global Marine Trends examina específicamente tres futuros posibles, y como la clara filosofía de desarrollo global caracterizará el escenario final que dará forma las visiones resultantes del mundo marítimo del año 2030.
La primera de estas visiones, denominada “Status Quo”, estima que el mundo continuará con su actual ritmo de crecimiento, con algunas subidas y bajadas en los próximos veinte años. La segunda visión, “Bien Común”, prevé un cambio hacia la preocupación por la limitación de los recursos naturales y la degradación del medio ambiente, desarrollando soluciones más sostenibles y la equidad en la distribución de la riqueza, en la que los gobiernos encuentran un terreno común para colaborar y el crecimiento económico se acelera, en un marco de desarrollo sostenible. Por último, la “Competencia de Naciones”, es una visión en la que los estados actúan en su propio interés nacional. Habrá poco esfuerzo para lograr un acuerdo entre los diferentes países para el desarrollo sostenible y las normas internacionales. Se trata de ir al interés propio, aumentando el proteccionismo y provocando un crecimiento económico más lento.
Por tanto, son tres los factores mundiales (la demografía, la economía y la demanda de recursos naturales) utilizados para tratar de cuantificar que resultado tendría cada uno de estos posibles escenarios. Además, se trata de la primera vez que se reúnen en un sólo estudio el transporte comercial, el sector naval y la energía en alta mar en un intento de sugerir lo que su futuro combinado podría ofrecer. El resultado del mismo, deja muy claro que el mundo marítimo en el año 2030 será un lugar muy diferente a lo conocido hasta ahora.
En términos de energía en alta mar, cerca de la mitad del petróleo extraído provendrá de yacimientos en aguas profundas, mientras que el número de plataformas eólicas marinas de todo el mundo serán multiplicadas por cien. Por otro lado, el informe predice que a medida que aumenta el comercio, el tamaño de las flotas de las armadas avanzadas (Estados Unidos, Rusia, Japón, China, Reino Unido, India…) seguirá bajando de 585 grandes plataformas en el 2010 a 500 en 2030. Sin embargo, el poder naval ejercido por estas flotas a través de la tecnología, casi se duplicará, pasando de 3.911 en 2010 a 8.526 en 2030.
En 2011, la flota mundial ya superaba los 103.000 buques mercantes autopropulsados sobre 99 toneladas de arqueo bruto, principalmente petroleros, graneleros y portacontenedores. Con el potencial crecimiento previsto de la industria marítima en cifras que duplican las actuales, el tonelaje total de los principales tipos de buques crecerá, aunque a diferentes ritmos. Como resultado, veremos como la flota de buques portacontenedores es la que gozará de un mayor incremento, mientras que la flota petrolera es la que tendrá el crecimiento más lento de todas durante las próximas dos décadas, posicionándose China (impulsada por sus crecientes necesidades de recursos naturales) como la superpotencia marítima emergente.
En el caso de China, por ejemplo, con un crecimiento máximo actual del 15%, alcanzará cifras situadas entre el 19 y el 24% para el 2030, lo que representa el mayor crecimiento de toda la flota mundial, rivalizando con el resto de los países europeos juntos. Japón, por el contrario, verá disminuida su flota en alrededor del 12% actual, a casi la mitad estimada durante el mismo período.
En este contexto universal de crecimiento impulsado por China, la dinámica está cambiando también dentro de los diferentes tipos de buques. Parte de la flota petrolera de Europa se reducirá en alrededor de una cuarta parte de su actual 40%, mientras que China y el sudeste asiático controlarán aproximadamente el 30% del total. También se espera que Europa Occidental vea un descenso en su cuota de transporte de GNL, del 29% a alrededor del 22%, aunque este tipo de buques se mantendrá en gran parte dominado por Oriente Medio, Europa y Japón durante el período, no obstante China y África empiezan a competir fuertemente en este campo.
Parte de los buques portacontenedores de Europa también verán una caída significativa, de poco menos de la mitad en 2010 a alrededor de un tercio, mientras que China, Oriente Medio, sudeste de Asia y América Latina, crecerán exponencialmente. Por último, en Europa y Japón reducirán su participación en los mercados de graneleros, mientras que China lo incrementará desde el 22% actual hasta el 31% en los próximos dos decenios.
La actividad de la construcción naval es probable que aumente por el número de pedidos de buques de GNL, graneleros y portacontenedores, mientras se espera que los pedidos de petroleros baje, lo que significa que a efectos de las entregas totales se mantendrán en el nivel actual hasta el año 2030. Además, se estima que gran parte de la actividad que disfrutan actualmente los astilleros de Corea del Sur y Japón, sin embargo, disminuya casi seguro en los próximos veinte años, ya que otras naciones como China comienzan a dominar el mercado de la construcción naval.
Siempre existe la incertidumbre inherente en cualquier intento de mirar hacia el futuro, y el propio informe destaca una serie de eventos potencialmente perjudiciales, que podría descarrilar fundamentalmente los resultados del escenario previsto. Sin embargo, a falta de que ocurra algo muy inesperado, China será el principal mercado del mundo para la industria marítima, concluyendo los autores del informe:
“El mundo marítimo en 2030 será casi irreconocible debido al crecimiento de los países emergentes, las nuevas clases de consumidores y la demanda de recursos”.
